EL MOVIMIENTO OKUPA

En mi barrio hace poco más de un año, nos dimos cuenta de que un edificio entero estaba siendo okupado tras la inauguración en sus bajos de un pequeño local de ocio alternativo. Un buen día empezaron a pintar en él un enorme mural urbano: un precioso y extraño árbol sin hojas con una choza a sus pies. 



Este es un fenómeno social que no recuerdo que exista en México, o por lo menos no como aquí. Básicamente es gente que invade espacios vacíos o abandonados para vivir sin pagar alquiler. Lo que los diferencia de los vándalos, indigentes o yonquis, es la reivindicación político social que persiguen y su reclamo de ejercer el derecho universal a una vivienda digna en un contexto capitalista inasequible.

En México es muy simple: existe la propiedad privada y si la invades, se te desaloja y en una de esas hasta al bote vas a dar. Además los alquileres son bajos, el clima benigno y sobra tanto espacio que realmente tienes que tener ganas de problemas para invadir una casa ajena con la intención de instalarte ahí.

En nuestro país a pesar de todo nadie se muere de hambre (donde comen dos comen tres) y la estructura social y familiar favorece a que la gente se ayude en los momentos más difíciles brindándose techo y alimentos. En Europa el invierno es muy duro y el esquema social individualista. Si te llegas a encontrar sin ingresos estás en graves problemas, por lo que quizás la gente sea más reaccionaria ante la situación de la vivienda.

Simbolo Okupa

La manera de comenzar el movimiento okupa ha sido la misma en todo el mundo: necesidad de vivir en algún sitio y ausencia de recursos económicos. El precursor y referente internacional del movimiento es el Reino Unido. Su anécdota activista más antigua fue en 1649 con la invasión de unos terrenos por campesinos que empezaron a cultivarlos comunitariamente con la esperanza de que otros pobres siguieran su ejemplo. Su líder declaró que “el hombre más pobre debe tener el mismo derecho al suelo que el hombre más rico”.


Lo más similar a los okupas en México son los paracaidistas, que invaden tierras ejidales a las afueras de las ciudades con la esperanza de no ser descubiertos y desalojados por los propietarios. La ley marca que tras 5 años de habitación pacífica tienen derecho a reclamar esas tierras en propiedad. Ciudades enteras como Neza en el DF han surgido de esta manera.

En Europa el fenómeno ha evolucionado, y ha pasado a ser más que meros asentamientos. Según el país y su legislación ha tomado formas diferentes. El movimiento constituye toda una ideología, una protesta política y exigencia de espacios de vivienda. Los activistas tienen una ideología claramente de izquierdas, y forman grupos diversos que constituyen verdaderas tribus urbanas: anarquistas, punks, hippies, anti sistema, globalifóbicos, jóvenes artistas, radicales, etc.

Pero ¿Cómo es posible que movimientos de este tipo sean permitidos en países tan reglamentados?

Los primeros okupas, los squatters ingleses, se aprovechaban en los años 70’s de una antigua ley que permitía invadir una casa siempre y cuando no se destrozara la entrada principal. Con los años los squatters se multiplicaron y se organizaron fuertemente. Hoy en día existen incluso asociaciones que ayudan o aconsejan legalmente a personas que tienen la intención de okupar.

El movimiento ha alcanzado tal fuerza que los dueños de inmuebles han llegado a dejar inhabitables sus propiedades cuando las tienen que dejar vacías indefinidamente. Arrancan los muebles de baño, vacían concreto en los drenajes y tuberías, o destruyen incluso las escaleras y techos de sus propios inmuebles con el fín de evitar que sean okupadas.

En Holanda okupar una vivienda es legal si ésta lleva más de 12 meses vacía. En ese caso la policía puede actuar y desalojar, solo cuando la entrada es forzada o las ventanas rotas, pues entonces se interpreta como vandalismo. Cuando un okupa se instala en una propiedad lo comunica oficialmente. La policía acude y constata que la vivienda está habitada por el okupa: debe haber una cama, una silla, una mesa y una cerradura que pueda abrir y cerrar el habitante. Recientemente se estaba aprobando una ley para ilegalizar las okupaciones.

En España el movimiento se ha dado en momentos y por razones diferentes. En los años 60 fue producto de  los éxodos rurales y la escasez de viviendas urbanas. En los 80’s ya con la democracia y en plena Movida Madrileña el movimiento tomó un matiz ideológico. En los 90’s lo impulsa una nueva crisis de vivienda provocada por los Juegos Olímpicos y la carestía de la vida.

Actualmente aquí el movimiento está altamente politizado y ser okupa se convierte en una forma de vida y en una protesta social y política. Se protesta contra la especulación y la contradicción de tener edificios y espacios abandonados, cuando hay tanta gente que necesita un techo. También tiene un papel urbano con la creación de centros sociales de diversa índole: artísticos, de enseñanza, de reinserción, talleres, etc. En algunos lugares como Barcelona, los okupas gozan de la simpatía de mucha gente con el ideario que persiguen.

Su punto crítico está en la inadaptación social y en la paradoja de ir contra el sistema. Finalmente siempre hay alguien que pierde, pues usurpan la propiedad privada de otras personas. No pagan impuestos ni servicios públicos, y aunque la instauración de centros sociales es positiva, también es cierto que en muchos casos contribuyen a la degradación urbana de su entorno. Su proceder desmerita el premio al esfuerzo: sus vecinos trabajan toda una vida para pagar una hipoteca, impuestos y servicios, mientras que ellos se instalan por la cara y gozan igualmente de las infraestructuras.

Tal vez lo difícil sea saber quien de entre ellos lucha por ideales y quien se sube al carro para disfrutar del trabajo de otros. Quien contribuye al equilibrio de esta sociedad ciertamente mal diseñada, y quien simplemente desquicia toda norma y sistema establecido. La anarquía no es ninguna solución a nada, pero ciertamente el capitalismo como lo conocemos tampoco. Es un sistema lineal y no cíclico, que no nos lleva a ninguna parte mas que a la aniquilación tarde o temprano de los recursos del planeta...