Soy Nemo. Soy mexicano y vivo desde hace 6 años en Barcelona.
Estoy en la treintena y soy agnóstico. Políticamente de centro-izquierda, o sea que soy progre, defensor de los derechos humanos, de la igualdad y blah, blah, blah...
Durante todo este tiempo he pasado por las diferentes fases de un expatriado con respecto a su nuevo sitio: la adoración, la decepción, la molestia, la crítica, la costumbre, el encariñamiento, la adaptación.
Las comparaciones son inevitables desde el primer momento. La observación de la cultura de acogida, de la sociedad de aqui y la de allá, las maneras de hacer, las similitudes y diferencias, los aciertos e incongruencias.
Y todo influye en la identidad personal. Es mentira que la identidad no se modifique! Somos lo que hacemos y lo que vivimos.